Editorial: | s.i., |
Ciudad: | Santander |
Año: | 1923. |
Edición: | 1ª ed. |
Medidas: | 16.5x22.5. |
Paginación: | 112pp. |
21 xilografías a toda plana y viñetas de Pancho Cossío.
Rústica, cubierta impresa a 2 tintas con título y ilustración de Cossío.
Nº 295 de una tirada de 300 ejemplares numerados. Impreso en negro, con el marco, las viñetas y láminas en un rojo muerto. Este realmente es uno de los libros más bonitos que he tenido entre mis manos. Las xilografías son realmente formidables, impresionantes, pero los versos que ilustran también tienen un interés y valor considerable; a veces la poesía es irregular, incluso en algún momento parece más bien prosa con rima, pero a la vez tiene una crudeza, una brutalidad desgarradora. José del Río no es ni moralizante ni cínico, y sobre la prostitución produce un libro de verso de tono sentimental. Llama la atención la generosidad del artista que ha producido nada menos de 21 xilografías para este libro – una para cada poema, mientras normalmente se suele decorar un libro con cuatro o cinco ilustraciones, sobre todo si es un libro de poesía, publicado por el autor, con muy escasa posibilidad de poder cobrar. Benito Madariaga en su monografía sobre el artista cita a José del Río “El (Cossío) no había hecho nunca grabados en madera. Pero cierto verano estuvo aquí (en Santander) Bores, un muchacho compañero suyo en el estudio de Cecilio Pla, que cultivaba esa especialidad. Cossío le vio hacer, le cogió el tranquillo. Poco después hizo unas pruebas que llevó a la peña del Ateneo.” Después de realizar una ilustración xilográfica para el catálogo de su exposición en el Ateneo de Madrid, Cossío graba ‘La Mancebía de Burgos’ y Pick le pide una serie de xilografías para su libro sobre los prostíbulos. El año siguiente hace las ilustraciones para la primera edición madrileña de ‘Ternura’ de Gabriela Mistral (las cuales no se incluyen en las ediciones posteriores), pero ya no realiza más obra xilográfica. Estas ilustraciones son posiblemente el mejor ejemplo del expresionismo en España, y creo que este es el libro español mejor ilustrado del siglo XX. Unas discretas reparaciones en el lomo; huellas de óxido en la portada, y en algunas hojas del interior, pero no llegan a afectar la belleza de las láminas. Este ejemplar fue regalado por el poeta y bibliófilo santanderino Leopoldo Rodríguez Alcalde a un joven coleccionista de libro y fue él que se empleó para la edición facsímil publicad en 1984 en Torrelavega por Rafael Gutiérrez Colomer. Un ejemplar en la BNE, otro en el MNCARS, el WorldCat no recoge ninguno, ni el CCPB; tampoco encontramos ejemplares en la red de bibliotecas públicas de Cantabria.